The National Lobster Hatchery y sus socios de un consorcio han recibido de Innovate UK y del Consejo de Investigaciones en Ciencias Biológicas (BBSRC), ayuda financiera para un proyecto de investigación valuado en GBP 3 millones.
El proyecto, que tiene una duración de tres años y es conocido como “Grower 2”, se centrará en el desarrollo de tecnología y conocimientos científicos para el cultivo de langostas europeas en el mar. Se espera que esta iniciativa conduzca a importantes avances, que ayuden a Europa a ponerse al día con el resto del mundo en términos de la producción de sus propios productos del mar.
Los socios del consorcio son la Universidad de Exeter, Westcountry Mussels, el Centro para las Ciencias del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura (Cefas) y la Universidad de Falmouth.
Se cree que en el largo plazo va a ser posible desarrollar una industria que proporcione un nuevo producto, con un mercado separado del que es abastecido por las langostas provenientes de la pesca extractiva. Esto hará posible la diversificación de los mercados y la generación de más empleo y riqueza en las comunidades costeras.
El Dr. Carly Daniels, investigador principal de The National Lobster Hatchery, señaló al respecto: “Europa se está quedando rápidamente atrás del resto del mundo en lo que se refiere a la cría de sus propios productos del mar, y este proyecto es vital para hacer frente a ese desequilibrio. Un componente clave es que las langostas se cultivan en sistemas sin alimentación artificial. Esto significa que algunos de los temas más amplios de sostenibilidad a veces asociados a la acuicultura (es decir, la alimentación de peces de cultivo con peces silvestres) no se aplican”.
Y agregó: “En pocas palabras, estamos evaluando si es posible cultivar una de las especies más valiosas (en peso) de pescados y mariscos del Reino Unido, utilizando enfoques similares a los usados para el cultivo de especies de bajo valor (por ejemplo, los mejillones), en sistemas pasivos, respetuosos del medio ambiente”.
El proyecto empleará un enfoque de cultivo en contenedores instalados en el mar (SBCC), desarrollado específicamente para la especie, en una etapa temprana del proyecto, para evaluar el desempeño y el desarrollo de la aplicación integral de los sistemas.
Se seleccionará un sitio para llevar a cabo el cultivo de langosta a escala piloto, a fin de reunir datos prácticos, operativos, ambientales, biológicos, de ingeniería y económicos que se puedan utilizar para desarrollar una herramienta esencial para alentar e informar a futuros inversionistas.
En términos de credenciales medioambientales, la cría de peces y mariscos ha recibido su cuota justa de mala prensa. Este proyecto busca específicamente abordar estas cuestiones desde el principio, mediante la realización de una evaluación ambiental exhaustiva de las operaciones.
“Este proyecto representa un gran paso adelante para la organización”, dijo Dom Boothroyd, gerente general de The National Lobster Hatcher.
“En primer lugar, pondrá a prueba y desarrollará la tecnología necesaria para criar langostas hasta una edad más avanzada, antes de liberarlas en el mar para mejorar las poblaciones silvestres. En segundo lugar, nos ayudará a generar la propiedad intelectual que, en el futuro, nos permitirá financiar importantes tareas de conservación de investigación y educación”, precisó.
Westcountry Mussels, con sede en Fowey, comenzó a criar mejillones en cuerdas en los estuarios hace 25 años y hace seis años fue convocada por The Lobster Hatchery para colaborar en las primeras pruebas con el enfoque SBCC en su sitio en la bahía de St Austell.
“Creemos que esta es una gran oportunidad para reunir un conjunto amplio y diverso de habilidades y tratar de hacer algo que hace sólo unos años hubiera sido imposible, pero que ahora podría convertirse en el futuro, tanto para el cultivo de la langosta como para mejorar las poblaciones silvestres”, dijo Gary Rawle, el propietaro de Westcountry Mussels.
fuente fis