La organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, advirtió ayer de que la gestión responsable de los recursos marinos “cuesta dinero” y que, además del apoyo financiero, necesita “respaldo político”.
Así lo manifestó el subdirector de Pesca y Acuicultura de la FAO, Arni Mathiesen, en las conclusiones del I Foro internacional de ‘Stakeholders’ de la Pesca y en la conmemoración del 20 aniversario del Código de Conducta para la Pesca Responsable, celebrado estos días en Vigo.
Mathiesen señaló que la gestión futura de este sector no pasa “solo por gestionar peces, sino también personas”. En ese sentido, apostó por la colaboración de trabajadores, gobiernos, empresas, investigadores, ONG y otras organizaciones para garantizar la sostenibilidad del recurso.
De igual modo, recordó que este objetivo “cuesta dinero” y que hacen falta “donantes”. “Necesitamos respaldo político y financiero para llevar a cabo nuestras iniciativas”, apuntó, y destacó la necesidad de ese apoyo para, por ejemplo, mantener la investigación.
Mathiesen mostró su “preocupación máxima” por el futuro de los trabajadores de pequeñas empresas del mar y pescadores artesanales, y reclamó que el futuro del sector pesquero pase también por “generar ingresos para las comunidades pequeñas”.
De cualquier forma se declaró optimista y vaticinó un “crecimiento azul” de la actividad pesquera, siempre que haya voluntad para despejar “las pequeñas nieblas” que se adivinan en el horizonte.
Tras la clausura del foro, que correspondió a la ministra de Fomento, Ana Pastor, el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, hizo hincapié en la participación de casi 70 delegaciones de países interesados en una actividad pesquera “responsable”.
Hermida abogó por articular medidas más allá de las 200 millas de zona exclusiva de pesca y también controles de puerto, de bandera y de mercado para acabar con “la lacra” de la pesca ilegal no declarada y no reglamentada.
Defendió también la extensión de los certificados de pesca electrónicos para garantizar que el pescado que entra en los puertos tenga “todas las garantías” de origen y trazabilidad.
Comprendió que el sector “puede protestar” por la ralentización de los procedimientos, pero recalcó que es “una garantía” para el consumidor y también para el productor.
En estas dos jornadas se reunieron representantes de gobiernos, empresas y organizaciones, que, entre otros mensajes, han escuchado pedir al comisario europeo de pesca, Karmenu Vella, que la FAO debe “elevar el listón” e incidir en su código de conducta de pesca responsable en el buen gobierno de los océanos.
En las diferentes conferencias y mesas redondas celebradas se han analizado las perspectivas de futuro de la pesca, los desafíos para el comercio, consumidores e industria, y la gestión de los derechos de capturas.
fuente atlantico