Los expertos del Centre de Recuperació d’Animals Marins (CRAM) no ven ninguna causa clara que explique los casos recientes de cetáceosaparecidos en distintos puntos de la Costa Daurada. A falta de que vean la luz los datos de las necropsias efectuadas por los expertos de la UAB en los cuerpos de los animales, el CRAM sostiene que las causas que han determinado su aparición en las costas de Tarragona “pueden ser muy diversas”.
En el ámbito de causas naturales -y con la dificultad que supone averiguar lo que pasa a mar abierto- algunas situaciones que pueden determinar la aparición de estos animales marinos en la costa pueden ser la propagación de enfermedades, condiciones ambientales adversas o depredación natural, entre otros factores, según el CRAM.
En el apartado de causas derivadas de la actividad humana, el CRAM sitúa la contaminación acústica, las redes, las colisiones en embarcaciones, la ingesta de cuerpos extraños o la aparición de contaminantes como algunas de las causas más comunes que se derivan en la aparición de cetáceos en puntos de la costa que, muy a menudo, son avistados en malas condiciones de salud.
¿La contaminación acústica es el gran enemigo?
Recientemente, un artículo ponía de relieve que un 25% de la superficie del mar Mediterráneo sufre ruidos submarinos excesivos para los cetáceos. Según esta información, sufren daños en su sistema auditivo que pueden derivar en desorientación e incapacidad para localizar a sus presas, causas que derivan fácilmente en condiciones de salud precaria y, en última instancia, en la muerte de los individuos.
El artículo se hace eco de un estudio internacional que ha trazado un mapa de densidad de las principales fuentes de ruido originados por la actividad humana -campañas sísmicas para localizar hidrocarburos, el uso de sonares militares, el tráfico marítimo y las infraestructuras y actividades costeras, por ejemplo- que resalta las aguas que separan las islas Baleares de la costa continental como uno de los puntos de mayor concentración de ruido.