Nuestro cuerpo funciona gracias al oxigeno, es nuestro combustible que, una vez usado, se convierte en CO2, al llegar a un nivel bajo de oxigeno y alto de CO2, es cuando nuestro cuerpo pide poder respirar.
Normalmente el organismo avisa de esta necesidad de oxigeno mediante unas contracciones diafragmáticas, seguidamente, si se continua sin inhalar aire nuevo, el organismo deja de oxigenar las extremidades de nuestro cuerpo dando todo el O2 que queda disponible al cerebro y los órganos vitales.
Se puede mejorar la apena trabajando con ejercicios que acostumbren a nuestro cuerpo a tolerar más cantidad de CO2 y menos O2, aunque hay que ser conscientes de vuestras limitaciones y conocer vuestro cuerpo, y cuando tenemos ganas de respirar debemos subir a superficie.
El equipo de ComoPeces, os aconsejamos encarecidamente que realicéis un curso de apnea, no solo para mejorar vuestras técnicas, sino para conseguir conocer vuestros límites y vuestro cuerpo, así como aprender todos los conceptos de seguridad y saber practicar un rescate en caso necesario.