PREPARAR UNA APNEA

Antes de empezar a preparar la apnea, debemos conseguir estar relajados, es muy importante para conseguir una perfecta oxigenación de nuestro organismo.

En caso de estar nerviosos, ansiosos por bajar y coger la presa que acabamos de ver, nuestro ritmo cardiaco se dispara y no conseguimos una preparación completa en la apnea y acortando su duración.

La inspiración deberá empezar por la parte baja o abdominal del pulmón (dentro de lo que llamamos respiración diafragmática sería la fase abdominal), seguidamente el aire va entrando por la parte media o torácica (respiración torácica) y terminando en la parte superior de los pulmones (respiración clavicular). Es muy importante que sintamos cada una de estas partes y notemos como se va llenando los pulmones por completo.

La espiración debe ser doble de larga que la inspiración y debe realizarse de manera tranquila. Esto quiere decir que si inspiramos en 4 segundos la espiración debe ser de aproximadamente 8. Fisiológicamente esto induce a la relajación actuando sobre el centro nervioso.

Antes de descender realizaremos 3-4 respiraciones completas pero pausadas, no es necesario muchas más, lo importante es notar cómo nos llenamos bien de aire y no hiperventilar.