Durante el descenso seguiremos aleteando hacia el fondo, de forma continuada sin acelerar la marcha. Al llegar a una cierta profundidad, nuestro cuerpo empezará a tener flotabilidad negativa debido a la presión, con lo que aprovecharemos para dejar de aletear y dejarnos caer hacia el fondo (es lo que se conoce como caída libre) gastando de esta manera menos oxigeno al no aletear y poder llegar al fondo con más reservas.
Te aconsejamos que busques tu forma de descender, ya que no es lo mismo hacerlo a 10 metros que a 30 metros donde la caída libre deberá de ser mucho más larga.
Mientras descendemos y debido a la presión, notaremos que la máscara se va pegando poco a poco a nuestra cara con lo que deberemos compensarla si no queremos tener problemas. Para ello debemos insuflar una muy pequeña cantidad de aire en la máscara, con esto no quiere decir que tengamos que espirar fuertemente, es más muchas veces compensamos la máscara con el poco aire que se escapa al soltar la mano de la nariz cuando compensamos. Por otro lado también debemos compensar los tímpanos.